23 Pedid, y se os dará

EN LA ORACIÓN SE pIdE A DIOS

La oración es mucho más que una práctica para ordenar la mente o mucho más que un tranquilizante. Eso sólo sería autosugestión o un método psicológico de introspección. Filipenses 4:6-7 dice: “sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros mentes en Cristo Jesús”. La razón por la que conseguimos paz es porque aquello que nos quitaba el sueño y el apetito ya ha sido solucionado por Dios en la esfera espiritual. Por eso Santiago 5:13 nos enseña que si alguno está afligido, debe hacer oración. Sólo es cuestión de esperarlo en la esfera terrenal. Jesús nos enseñó a esperar una respuesta a nuestras oraciones.

Por eso se nos enseña a INSISTIRLE a Dios, pidiéndole lo mismo y lo mismo, Lucas 11:5-13; 18:1-8; Isaías 62:6-7, Hechos 2:42. El “Padre Nuestro” y la oración que encontramos en Juan 17 están llenos de peticiones. No contienen ninguna solicitud personal, sino que Cristo pidió por todos. Date cuenta: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra y en los cielos (se sobre entiende “en nuestras vidas”), danos hoy el pan nuestro de cada día, perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en tentación más líbranos del mal, amen”, Mateo 6:9-13, Lucas 11:2-4.

Cuando ores, incluye a todas las personas que puedas, incluye a la Iglesia, incluye a todos tus familiares, los cercanos como los lejanos. No ores sólo por ti mismo. Ahí es cuando tus peticiones no son contestadas, si sólo oras por ti mismo, Santiago 4:3. Cuando Jesús habló de comida, bebida y vestido, nos dio a entender que Dios no necesita que le recordemos que necesitamos estas cosas. Todos nuestros esfuerzos deben estar centrados en el Reino de Dios, Mateo 6:26-34. Oren por los demás, no por ustedes mismos, Job 42:10. Es pecado dejar de orar por los demás, 1Samuel 12:23.

ORAR EN LA VOLUNTAD DE DIOS

Debemos orar dentro de Su Voluntad. Entonces nuestras oraciones serán contestadas: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme á su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado”, 1Juan 5:14-15 Orar dentro de La Voluntad de Dios significa orar usando Su Palabra:

·     ¿Dios querrá que esa persona que tú amas pero que no ama a Dios y vive impíamente sea salva? Veamos algunos pasajes para aumentar nuestra fe:No queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”, 2Pedro 3:9b. “Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad”, 1Timoteo 2:1-4. Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es para su salvación, Romanos 10:1. La Biblia dice que Dios quiere que todos los seres humanos sean salvos. Así que no dudes al orar por la salvación de una persona, pues Dios te escucha cuando oras por la salvación de una persona. Hechos 16:31, "Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa". La salvación de toda tu familia y de aquellos que viven contigo es La Voluntad de Dios. Pídeselo e insísteselo hasta que sean salvos, creyendo que cualquier cosa que pedimos conforme a Su Voluntad (y sí es la Voluntad de Dios su salvación), lo obtendremos.

·     Santiago 5:14, “¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor”, la Voluntad de Dios es la sanidad de toda enfermedad. Si estás enfermo, no dudes que sea la Voluntad de Dios sanarte; pídeselo e insísteselo hasta obtener sanidad. También ora por tus hermanos enfermos. Recuerda que la oración no debe ser egoísta: Sólo para mí. Su actitud debe ser: ¿Necesita oración por acá? Ya. ¿Necesita oración por acá? Ya”.

·     Santiago 5:15, “La oración de fe restaurará (sanará) al enfermo, y el Señor lo levantará”. Dentro de los enfermos también están los enfermos espirituales, gente que se ha adormecido en cuanto a sus obligaciones como cristianos, han dejado de venir a la Iglesia, han dejado de orar, están compartiendo cada vez más y más las actividades con el mundo, han vuelto a tomar, a apostar en vóley. Nuestras oraciones pueden hacer que estas personas despierten de su adormecimiento espiritual y vuelvan a comprometerse en su caminar con Cristo. Santiago 5:16, “La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho”. ¿Qué es lo que nos hace justos? La fe. No es que yo me considere justo, pero La Sangre de Jesús es la que me justifica, Romanos 5:9. Yo vengo sedientamente ante la Presencia de mi Dios, buscando que Él me santifique, 2Corintios 3:18. Por eso, “Elías, a pesar de ser un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto”, Santiago 5:17-18. Elías oraba con fe, a pesar de tener debilidades. Ustedes, de igual manera, oren con fe, Hebreos 11:6, Mateo 21:22. El contexto es la salvación de hermanos amados de la Iglesia que está en pecado: “Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver, sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecadosSantiago 5:19-20. Juan 17:17, Debemos orar por la santificación de esas personas. Santificar significa purificar o consagrar. Es decir, uno ora para que Dios saque a un ser amado del mundo, para que esta persona no ande conforme al mundo sino que ame la integridad delante de Dios por sobre todas las cosas. ¿Cuántos quieren orar por algunos de sus familiares o seres amados que se han estado desviando del Camino recto? “Si alguno viere cometer á su hermano pecado no de muerte, demandará y se le dará vida; digo á los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegue”, 1Juan 5:16.

·      Oren para que no caigan en tentación”, ni ustedes ni la Iglesia, ni su familia, ni sus seres amados, Mateo 6:13a, 26:41, Marcos 14:38, Lucas 22:40, 46, 11:4b.


Jesús oró para que Dios cambiara las cosas. ¿Me escucharon? Jesús oró para que Dios cambiara las cosas y nos enseñó a hacer lo mismo. No todo lo que sucede en el mundo es la Voluntad de Dios. Jesús oraba por sus discípulos: “Padre, son tuyos, protégelos”, Juan 17:11, 15. Uno puede suponer que Dios protegería lo suyo de todos modos, pero Jesús consideró adecuado pedirle a Dios que lo hiciera. “Dios hace todo a través de la oración, y nada sin ella[1].

Orar fuera de la voluntad de dios

También hay un peligro del cual DEBEN saber: es posible orar fuera de la Voluntad de Dios, y aún recibir lo que pedimos, pero sólo nos será de maldición. La Voluntad permisiva de Dios sólo traerá dolor, vacío al corazón. No hay bendición en forzar tu voluntad sobre la del Señor. 1Samuel 12, el pueblo pidió a Dios un rey y Dios se lo concedió a pesar de que no era Su Voluntad dárselo. También en Números 22, Dios permitió a Balaam hacer lo que le dio la gana en Su Voluntad permisiva cuando éste le insistió que le permita encontrarse con quien nunca debía encontrarse, con el rey moabita, Balac. Dios primero le dijo: “No vayas; ni te atrevas en pensarlo”. En vista de que Balaam no iba maldecir a Isael, Balac le ofreció dinero. Entonces Balaam regresó POR 2DA VEZ a Dios para pedirle PERMISO cuando El Señor ya le había dicho la primera vez: “¡No!” Ahora El Señor le dice: “Está bien; ve” Casi pareciera que Dios cambió de parecer, lo cual no es cierto. Lo que vemos ahí es la Voluntad permisiva de Dios, porque se le exigió, se le demandó Su Voluntad permisiva como cuando Israel le exigió y demandó al Señor carne en el desierto y Dios Todopoderoso se lo dio pero eso sólo trajo tristeza, Números 11:4-9, 18-20, 31-34. La Voluntad permisiva de Dios SÍ SUCEDE, pero sólo causará dolor. Les dio el deseo de su corazón pero no les causó alegría. El cumplimiento de los deseos de nuestro corazón no siempre nos traerá alegría.

Pero la regla general es que Dios no contestará oraciones que están fuera de Su Voluntad. Ejemplo: 1Reyes 19:4. Dios nunca contestó esta oración TAL COMO ELÍAS se la pidió. De hecho, Elías es uno de los pocos hombres que nunca sufrió la muerte, 2Reyes 2:11-12. En 1Reyes 19:5-9 podemos ver cómo contestó Dios la oración de Elías: la contestó de una manera diferente a lo que Elías se la pidió. Dios fortaleció a Elías, porque Dios ama a todos sus hijos, y hará lo mismo contigo: hará todo lo posible e incluso todo lo imposible (“una torta cocida sobre las ascuas” aparece de la nada “a su cabecera”) por levantarnos, por mantenernos de pie caminando hacia adelante, y nunca nos soltará.

Otra oración que Dios contestó diferente es la de Jeremías, cuando éste pidió que la sequía terminara en Israel. Dios no trajo lluvia; lo único que dijo fue: “No ruegues por este pueblo para bien. Cuando ayunaren, yo no oiré su clamor, y cuando ofrecieren holocausto y ofrenda, no lo aceptaré; antes los consumiré con cuchillo, y con hambre, y con pestilencia”, vrs11-12. A veces, lo único que puede quitar el juicio de Dios sobre una persona es el arrepentimiento; ni si quiera la oración. En ése sentido, el arrepentimiento es más poderoso que la oración, cuando se trata de quitar juicios sobre una persona. Ore quien ore, Dios no quitará su mano fuerte sobre una persona si ésta no se arrepiente. La oración es capaz de llenarte de poder, Hechos 1:14, 2:1-4, 4:24-31, 8:15, pero sólo el arrepentimiento te permite acercarte a la Presencia de Dios[2].

Oraciones pidiendo por la destrucción de otras personas tampoco son contestadas como nosotros quisiéramos, Lucas 9:54-56. Jacobo y Juan pidieron permiso al Señor para destruir una villa en Samaria, porque habían sido bruscamente rechazados ahí, ordenando que descendiese fuego del cielo, así como hizo Elías, 1Reyes 18:36-38, 2Reyes 1:10, 12. No habían entendido que con Cristo, empezaba una nueva era de gracia para con los hombres. Jesús respondió reprendiéndoles y diciendo: “El Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas”, Lucas 9:56.

En Marcos 10:35-45, los mismos Jacobo y Juan piden a Jesús: “Danos que en tu gloria nos sentemos el uno á tu diestra, y el otro á tu siniestra”, vrs37. Jesús les responde diciendo que no es suyo el conceder eso, vrs40, y les enseña que el que quiera ser primero debe ser siervo de todos, vrs42-45. Oraciones por motivo de vanagloria y ambición tampoco son contestadas por Dios, sino más bien, como resultado de esa petición, los otros diez discípulos se enojaron, vrs41. Todo lo que no venga en amor y con motivos de misericordia y bendición al prójimo, tenderá a crear división y contiendas.

EL NOMBRE DE JESÚS, Juan 14:13-14; 15:16; 16:23-26

"Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si Me piden algo en Mi nombre, Yo lo haré”, Juan 14:13-14. Y otra vez dice en Juan 15:16: "Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes, y los designé para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se lo conceda”. Y otra vez dice en Juan 16:23,24 y 26: "En aquel día no Me preguntarán nada (porque se lo preguntaremos al Espíritu Santo). En verdad les digo, que si piden algo al Padre en Mi nombre, El se lo dará. Hasta ahora nada han pedido en Mi nombre; pidan y recibirán, para que su gozo sea completo. En ese día pedirán en Mi nombre, y no les digo que Yo rogaré al Padre por ustedes”. Algunas personas creen que está mal pedir a Dios, cuando la Biblia nos exhorta a pedir, Mateo 7:7-11. Dicen: “Bendito el que no pide nada, porque no será desilusionado”. 

Cristo nos enseñó a orar en Su Nombre, es decir, en Su Presencia, en el Espíritu, en arrepentimiento. No sólo es cuestión de pronunciar el Nombre de Jesús. Se han encontrado rollos de magia que invocaban el nombre de Jesús como si fuera una palabra mágica: “En el Nombre de Jesús, os conjuro, FUERA DEMONIOS” Por semejante irrespeto es que los hijos de Sceva recibieron una paliza de un endemoniado, Hechos 19:13-17. ¡El Nombre de Jesús no es una fórmula mágica para conseguir lo que quieres! Jesús mismo se encargó de hacer respetar Su Nombre, vrs17. No cualquier vago que le encanta vivir en pecado puede usar el Nombre de Jesús.


Debes orar EN SU GLORIA, y para encontrar Su Gloria, Él exige que estés bien con tus prójimos: 1Pedro 3:1-7, la conclusión tanto para esposos como para esposas es que debemos estar bien los unos con los otros PARA PODER ORAR, que no haya nada en nuestra conciencia que nos impida orar. 1Pedro 4:7Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, manténganse con la mente despejada y sobrios para que puedan orar”. “Mente despejada”, significa pensar correctamente, ser moderado. Es sinónimo de mantenerse alejado del pecado, y por lo tanto también es sinónimo de mantenerse sobrio, que significa abstenerse de vino, ser discreto. Cuando oras en el Nombre de Jesús, reconoces que necesitas a Jesús para acercarte al Padre: oras en base de Su obra y no en nuestro propio mérito. El Nombre de Jesús es poderoso, Juan 17:11.

Sólo Dios puede

Ni yo ni tú podemos cambiar el corazón de ésa persona, de tu esposo o esposa que se fue con otra persona, de tu hijo que no estudia, ni trabaja ni ayuda en la casa, de tu hija que de un día para otro se convirtió de niña buena a niña mala, que amaba la integridad pero hoy día ya no la ama tanto. Lo que es imposible para el hombre se posible para Dios. Dios sí puede cambiar el corazón de esa persona. Por eso lo pido a Dios que lo haga. La oración es mucho más poderosa que un mensaje. La oración de fe es lo que activa el poder y La Presencia de Dios, Éxodo 33:18. Si te falta la fe, sele honesto a Dios y pídeselo. El será abundante en contestar la oración sincera. La gente se salva, no por lo que oramos, sino por Su Poder. Pero es nuestra oración perseverante lo que activa el poder de Dios. Ora hermano, y esa persona que se extravió será salva, no por tu oración, sino gracias a Dios. Sin oración, no hay poder. ¿Me escucharon? Sin oración, no hay poder para hacer Su Obra.

Dios es el único que puede llenar el culto de jóvenes de Su Presencia, así que no ores como si fuera por tus oraciones que el culto será lleno de Su Gloria, sino ora como quien clama por Su Presencia, como quien reconoce que sin Dios, no es nada. No soy yo quien hace que el Espíritu esté en los cultos de jóvenes. Yo lo único que hago es clamar. La oración NO es una forma de tomar los asuntos en mis propias manos, sino de, todo lo contrario, dejar todo en las manos de Dios. Para mí, la oración y el ayuno es algo que se hace cuando todo lo demás fracasó, y sólo nos queda esperar en Dios. Algunos predicadores dicen que descansar en Dios y renunciar todo en manos de Dios significa que también debes dejar de orar por esa persona. No me parece. Estaría tomando las cosas en mis manos si yo fuera a la casa de esa persona y le diera dos bofetadas y le dijera “¡oye, ya! ¡Reacciona!” ¡Eso sí sería tomar las cosas en mis propias manos! La oración es mi forma de decir: “ya no puedo hacer nada más Dios. Dejo todo en tus manos. Eres el Único que puede salvar a esta persona. ¡Haz algo, por favor!” y sigues orando hasta que Dios responda. Cuando Dios te da una promesa de la salvación de alguien, tampoco considero que sea tiempo para dejar de orar por esa persona. Todo lo contrario, creo que Dios te está diciendo “¡sigue así, hijo mío! ¡Sigue orando! ¡Falta poco para la salvación de esta persona!” Dios te está mostrando que esa persona SÍ será salva, pero si sigues orando. Dios te acaba de asegurar la victoria pero si tú sigues orando. Dios tiene mayor motivación en cambiar el corazón de alguien si ésta persona ha sido alguna vez ya Su hijo o hija. Dios Padre ansia otra vez escuchar a sus hijos cantándole lindas canciones.

Entre tener sueño en clases o en el trabajo y no orar, prefiero tener sueño en clases o en el trabajo. No estoy diciéndoles que sean vagos, pero sí quiero organizar sus prioridades, porque las clases y el trabajo sólo te sirven para ésta vida presente, ¡pero en manos de la oración está tu ETERNIDAD y la de tu seres amados! No es que la oración nos salva, pero la oración nos permite permanecer en una actitud de rechazo hacia el pecado y de humildad ante la gente para el servicio de Dios ¡y eso es lo que nos mantiene salvos! En la oración es donde Dios me dirá lo que Él quiere que yo haga ése día, y escucharé lo que Él NO QUIERE que yo haga más. Si es que sí oras cada mañana pero igual parece ser que demuestras más los frutos de la carne que los frutos del Espíritu, puede ser que tu forma de orar es lo equivocada. Pídele a Jesús lo mismo que le pidieron sus 12 discípulos: “Señor, enséñanos a orar, así como también Juan el Bautista enseñó a sus discípulos a orar”, Lucas 11:1b. Díganle al Señor: “enséñanos a orar EN EL ESPÍRITU.

TODO LO QUE PIDIÉREMOS, LO RECIBIREMOS

1Juan 3:22, ¿Cuántos pueden realmente decir que han recibido todo lo que han pedido? Juan experimentó lo que Él escribió: Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él”. No conozco a muchos cristianos que puedan decir que han recibido todo lo que le hayan pedido a Dios. Siempre recibiré una respuesta a mis oraciones. Toda oración que he orado, toda oración que estoy orando y toda oración que he de orar, voy a recibir SIEMPRE. Juan dijo que para Él sí fue así. ¿Cuántos quisieran que todas sus oraciones sean respondidas? (esperas a que respondan todo emocionados) Entonces leamos un poquito más de lo que Juan escribió: “porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él”. Aquel que espera que Dios haga lo que le pide debe hacer lo que Dios le pide.

¿Dios contesta nuestras oraciones? No; Él no contesta ni una de nuestras oraciones. No les estoy predicando una herejía; déjenme terminar: Él sólo contesta las oraciones que Él ora a través de nosotros. Él nunca contestará ni una de nuestras oraciones, porque lo que nosotros oramos es en la carne. Sólo lo que Él ora es en el Espíritu. Todo lo que yo pida es despreciado, es rechazado y, de hecho, lo contrista, porque es en la carne, porque lo que yo quiero es lo que yo quiero, pero no es necesariamente lo que Él quiere. Pero si yo dejo que Él ore a través de mí, Romanos 8:26, es el Espíritu Santo el que ora, no yo. Si es el Espíritu Santo el que ora, y no soy yo, Dios TIENE que contestar esa oración, cada una de esas oraciones.

Debo llegar al lugar donde ya no sea yo el que esté orando, sino que sea Él el que esté orando. Esa es la clave a una vida de oración victoriosa. Debo llegar al lugar donde MI vida de oración muera para que SU vida de oración crezca y viva. ¿Quién es el que intercede? ¿Tú o Él? Romanos 8:26: “Él intercede”. No hay ser humano que pueda decir que tiene un ministerio de oración y de intercesión; los únicos que la tienen son Jesús y El Espíritu Santo. Sólo hay dos intercesores en todo El Universo: Jesucristo y El Espíritu Santo. No hay hombre ni mujer que pueda interceder; lo único que tú puedes hacer es ofrecer tu cuerpo para que sea un buque para el Intercesor para que Ellos oren.

¿Saben cómo cambiaría esto la vida del cristiano si tan sólo entendieran esto? Digan después de mí: “es hora de que yo deje de orar para que el Espíritu empiece a orar”. Dios es el que desea orar a través de ti: “Yo voy hablar con Dios”, ¡No! No eres tú hablando con Dios; es Dios hablando con Dios. La única oración que Dios contesta es la oración que Él ora. “¿Entonces Dios no me escucha?” No; Dios sólo se escucha a sí mismo. “Entonces, ¿cuál es mi parte?” Rendirte y dejarte ser usado como un buque. ¡Eso es todo lo que Dios quiere de ti! Él no quiere que te lastimes orando de rodillas, ni que casi te mates ayunando. Él no quiere un hombre o una mujer de oración; Él quiere que seas un BUQUE de oración. El minuto que te conviertas en un buque de oración, Él te usará. Te convertirás en un co-operador con Él para cambiar a nuestro mundo. Dios no busca guerreros de oración, Él busca compañeros de oración. Él busca a hombres y mujeres que estén DE ACUERDO con Él en la oración, Mateo 18:19, alguien que diga: “Señor, yo te doy mi vida y mi cuerpo para que cumplas Tus propósitos”. Él es el Guerrero de oración, no tú.

Salmo 145:18: “El SEÑOR está cerca de todos los que Lo invocan en verdad”. No es posible invocar al Señor en verdad EN LA CARNE, porque la naturaleza de tu carne es la mentira. Sólo el Espíritu Santo es La Verdad, Efesios 5:9. Sólo hay como invocarle EN EL ESPÍRITU de Verdad, Juan 14:17, 15:26, 16:13. “En Verdad”, no significa: “Señor, no te estoy mintiendo”, “Señor estoy siendo honesto contigo”. “En Verdad” significa que me he rendido al Espíritu de Verdad y que Él es el que ora a través de mí. Salmo 145:19, ¿Quiénes son “ellos”? Ellos que han venido a orar en el Espíritu, a dejar que el Espíritu sea el que ore.

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme á su voluntad, él nos oye”, 1Juan 5:14. Muchas veces, tú no sabes cuál es la Voluntad de Dios. El Único que sabe cuál es La Voluntad de Dios es el Espíritu Santo, 1Corintios 2:10-11, Romanos 8:27. Tú no sabes cómo orar porque tú no sabes cuál es La Voluntad de Dios. ¿Quién conoce La Voluntad de Dios? El Espíritu Santo. Nunca conocerás toda La Voluntad de Dios. Cualquier cosa que tú conozcas siempre será deficiente.

Podrás conocer toda la Biblia, y usar Sus promesas a tu favor: “Tú dijiste”, qué eso no le moverá para nada. Recuerda: ¡Sólo el Espíritu Santo conoce La Voluntad de Dios! Tú ni si quiera sabes cómo orar, Romanos 8:26: “que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos”, no lo sabemos. Si unimos los dos pasajes, obtenemos: “esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa EN EL ESPÍRITU, él nos oye, y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado”, 1Juan 5:14-15.

Es claro que existe un lugar al que tú y yo podemos llegar donde todo lo que pidamos, lo recibamos. Muchos cristianos aún están orando por algo que han estado orando por ya 20 años. ¿Por qué es que Juan sí recibía lo que pedía mientras que la mayoría de nosotros no recibimos lo que pedimos? Juan 5:14-15, en este pasaje aparece la palabra “confianza” como “fe”; es posible tener un fe sobrenatural. Aún mi “saber” que Él me está escuchando es espiritual. ¿Cómo sabremos? ¿Quién nos dirá que Él nos escuchó? El Espíritu Santo. Sabemos por el Espíritu. La carne no participa para nada.

Yo tan sólo soy el vehículo a través del cual el Espíritu gime. Tan sólo soy una boquilla, una embocadura, pero Él es el que dirige. Si tú oras solito, tu oración es rechazada. Por lo tanto, no hay nada más tonto que apresurarse a La Presencia de Dios en la carne, sin haber descansado un poquito, sin haber tranquilizado tu mente en silencio, en quietud y en espera.


No ores hasta que no venga el Espíritu Santo a orar por ti. Por eso es necesario un tiempo de silencio, de reverencia. Ni creas que el Espíritu vendrá a orar por ti si estás en movimiento o pensando en cosas vanas; eso es irreverencia. Él no vendrá a orar si estás en una discoteca, o comiendo algo. Como podrás ver, necesitas un tiempo bien prolongado para tranquilizarte. Por eso orar temprano de mañana o antes de acostarte, después de ya haber terminado tus tareas diarias, es lo ideal.

PERO PIDA EN FE

Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra. No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor”, Santiago 1:6-7. No recibirás nada porque no estás orando en el Espíritu. Si no estás orando en el Espíritu, estás orando en la carne, y eso ante el Señor es abominación; por eso te compara con el mar, que representa el pecado. Si estás orando en el Espíritu, no estarás preguntándote o cuestionándole. La oración en el Espíritu es la oración de fe, Santiago 5:15. Cuando dice “pida en fe”, no te está pidiendo que te convenzas a ti mismo que Dios es real, ni que te convenzas imaginando tu vida perfecta, porque todo eso es mental -o sea, carnal- y así no funciona.

Hebreos 11:1, “es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. CERTEZA y CONVICCIÓN; si no estás 100% seguro, no es fe. Si dudas, no lo recibirás, ¿por qué? Porque no estás orando en el Espíritu. Y es esta misma fe de la cual se dice que sin ella, es imposible agradar a Dios, el cual es Galardonador de los que le buscan, Hebreos 11:6. Si dudas aunque sea (haces el gesto de un poquitito con tu dedo índice y el pulgar) 0,0001%, no recibirás nada. Éste tipo de fe, Y ESTA SÍ QUE ES LA FE VERDADERA, es imposible sin el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es llamado el Espíritu de fe en 2Corintios 4:13. Tendrás fe cuando el Espíritu aparezca. Si Él es el que da la fe, ¿por qué no esperarlo hasta que Él venga y te lo dé? ¿Por qué deberé leer todos los libros acerca de la fe para obtenerla? De todos modos, no funciona. Cualquier cosa que la carne hace es maldita. Hay una maldición ahí: “no lo toques”. No es necesario repetir un pasaje una y otra vez para convencerlo a Dios de que Él lo dijo. Cualquier cosa que tú tengas que forzar o empujar, debe morir, porque cualquier cosa que tú tengas que forzar no es de Dios. Si fuera de Dios, fluiría de tu interior. No es necesario forzar tu oración, forzar tu fe. Deja de empujar y deja de forzarlo, descansa. El minuto que el Espíritu esté allí, tú sabrás que Él está allí porque su misma Presencia resucitará el hambre por Cristo dentro de ti. ¡Eso es lo que va a pasar! Tenlo por seguro que eso te va a pasar.

Sólo la oración que ora El Espíritu tendrá vida, y sólo esa oración es la que Cristo busca en Lucas 18:1 cuando dice: “no desmayen”. La carne se desmaya, pero El Espíritu no puede desmayar. Si oras en tus fuerzas te cansas, y en 2 horas ya no podrás orar para nada. Todo lo que está dentro de ti estará muerto. ¿Y qué has logrado? Nada.

Ministración: Dios no está buscando luchadores; Dios está buscando a gente que se rinda, gente que dependa 100% del Señor. Dios no bendijo a Jacob mientras luchaba con Él; lo bendijo cuando dejó de luchar, Génesis 32:24-29. Jacob luchó hasta que rayaba el alba, hasta el amanecer, vrs24. Luchó toda la noche. Dios tocó en el sitio del encaje de su muslo para descoyuntar su muslo, para que Jacob ya no pudiese luchar más, vrs25. El momento que se descoyuntó su muslo, Jacob ya no podía permanecer en pie por sus propias fuerzas, sino que le tocaba reclinarse sobre El Señor. Ya no estaba luchando con El Señor, ahora estaba reclinándose sobre El Señor. De ése momento en adelante, El Señor tenía que cargarlo a Jacob. Fue entonces que Dios le dijo a Jacob: “ya no serás un mentiroso, ya no serás un engañador, ya no serás Jacob; de ahora en adelante serás un príncipe con Dios”, vrs27-28.

Las únicas personas a las que Dios llama príncipes y princesas son las que ponen TODO su peso sobre Él. En la oración en la carne usas tu propia fuerza, y mientras ores así serás un mentiroso. Todo lo que digas mientras ores así será una mentira: “Te necesito”, “ayúdame”, “perdóname”, no son más que mentiras; pero el momento en el que dejes de orar en la carne, el momento en el que dejes de LUCHAR, Dios cambiará tu oración: ya no será una mentira, sino que será la oración que Él escucha. En el Espíritu, ya no eres tú luchando; ya estás “fortalecido en el Señor y en el poder de SU fuerza”, Efesios 6:10. Dios esperará hasta que dejes de luchar.

La Biblia no enseña independencia. La Biblia enseña dependencia TOTAL del Señor. Cuando lleguemos a ése lugar en la oración, no serás tú quien haga algo, porque la carne ya estará muerta, sino que todo nacerá desde el Cielo. Las cosas celestiales comenzarán a ser una realidad, y la fe, lo cual es celestial, será una realidad. Todo será tangible, sustancial, poderoso ahí porque ahí ya está el Espíritu de Vida y, por fin, habrá vida. Ahí estará El Espíritu de la oración, y entonces, habrá oración. Ahí estará el Espíritu de la fe, y entonces, ahí habrá fe; y nada de estas cosas eres tú.

¡Hay poder en la oración! Todos los varones de Dios DE PODER han sido varones de oración, Santiago 5:13-20. ¿Crees en el poder de la oración? Tu oración de fe y que no desfallece puede traer a tu familia a los pies de Cristo. “Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver”, James 5:19, está dentro del contexto de la oración. Orar en la Voluntad de Dios asegura la victoria. El principio de una batalla que se lleva en Su Voluntad y en Su poder es que es una batalla que no puedes perder. Ése es el resumen del libro de Josué. Cuando estamos de rodillas, somos más altos y fuertes.

DEBER: Jeremías 29:1-14, Salmo 27:1-14, Salmo 105:1-24, Salmo 105:23-45, Proverbios 25: 1-14, Proverbios 25:15-28, Salmo 145:1-21


[1] John Wesley
[2] SAMIR LÓPEZ, última parte de la prédica La Unción puede perderse, lo que dice que el hecho de que tengas poder, delante de Dios, no significa nada. También, las 5 formas de recibir una Revelación de La Gloria descritas en la prédica Muéstrame Tu Gloria arrojan una luz a que es necesario arrepentirse para tener una Revelación de La Gloria de Dios.


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