21 Aprendan a orar


Tan sólo en el Nuevo Testamento hay como 217 referencias que hablan explícitamente de la oración. Nosotros solo veremos algunos esta noche. Anoten en sus libretas todos los pasajes que dé. Les será de gran bendición saber dónde encontrar pasajes que les enseñen a orar.

Cada vez que en los Evangelios dice “Jesús oró”, significa que “Jesús habló”, conversó con el Padre. Para Jesús, la oración no era una disciplina formal. Era una forma normal de comunicarse con el Padre, a cualquier hora del día y en cualquier lugar. La oración no es un recital de rutinas religiosas. Cristo no nos dejó una fe sistematizada. Él vino a traernos vida y energía. La intercesión es una guerra vigorosa, dinámica. Jesús oró con “gran clamor y lágrimas”, Hebreos 5:7, y su sudor era “como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”, Lucas 22:44.

“No seas inhibido por fórmulas y sugerencias, y no te preocupes por el protocolo del hablar mientras oras como oran en la Iglesia; Hebreos 11:6 nos revela el requerimiento básico para la oración: “Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. No olviden que fe implica recibirlo a Cristo como Señor y Salvador y vivir una vida recta, y que sólo tenemos fe cuando oramos en el Espíritu, cuando nuestra oración es dirigida por Dios. Mientras más ores, más cosas encontrarás por las que debes orar, y más serás dirigido a orar por otros. No permitas que el desaliento por oraciones no contestadas te haga dudar de que si Dios te ha escuchado; si has recibido a Jesucristo y estás orando en Su Nombre, DIOS TE ESCUCHA, y algo está sucediendo sea que tú lo veas manifestado en tu vida ahora o no. Cada vez que oras, estás avanzando en los propósitos de Dios para tu vida. Sin la oración, la perfecta Voluntad de Dios para ti no sucederá”[1].

Tal como los niños aprenden a hablar mientras crecen, nosotros también tenemos que aprender a orar conforme crecemos en la gracia. Nadie nunca nace ya sabiendo cómo orar. Es un proceso. Todo en Dios es un proceso: empieza chiquito y luego se hace grande, como el río en Ezequiel 47:3-5. Dios no levanta varones y mujeres de Dios de la noche a la mañana. Toma tiempo. Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”, Eclesiastés 3:1: un tiempo para aprender, para estudiar y para recibir, y un tiempo para dar, para enseñar y para ministrar.

Jesús dijo “aprended de mi”, Mateo 11:29. Para nosotros, la oración también debe ser un instinto natural humano, tal como lo es el hablar, o al menos debemos llegar a ese nivel. Jesús oró para que nosotros aprendiéramos a orar. Mientras más tiempo pases con Dios, mayor será la necesidad de orar. La única forma que llegaremos a deleitarnos en la oración, será “dale y dale”, orando y orando. La mayoría de cristianos no saben cómo orar, y es porque nunca se nos ha enseñado a orar.

CÓMO LLEGAR A TENER INTIMIDAD CON DIOS[2]

Somos a veces irrespetuosos para orar. Por ejemplo: cuando estamos comiendo una pizza o una hamburguesa, estamos cenando, de repente dejamos de chismear de quien estamos chismeando y decimos: “ah, vamos a orar que llegó la comida: Padre Celestial, te pido en El Nombre de Jesús que bendigas esta comida. En El Nombre de Tu Hijo Amado, dales a los que no tienen, amén”, y seguimos hablando. Creemos que, por el hecho de que Él sea Omnipresente, es que tenemos el derecho de dirigirnos a Él como ser nos dé la gana y cuándo se nos dé la gana, y no es así. Es verdad que Dios siempre está allí, pero eso no significa que Él siempre nos va a oír. Es verdad que Dios nunca tiene el teléfono ocupado, pero eso no significa que Él oirá a quién no quiere en realidad de corazón dirigirse a Él.

¿Cuál es la excusa de alguien que ora poco? “Yo tengo Comunión con Dios”. El que ora poco te va a decir: “No, yo no oro mucho pero todo el día tengo Comunión con Dios”. Por supuesto que Dios pasa contigo todo el día, porque Él es Omnipresente, pero cuánto tiempo del día pasas tú concentrado en Él; es decir, cuánto tiempo del día dejas de hacer todo lo demás sólo para, además del todo el tiempo que ya pasan junto, para pasar un tiempo DE INTIMIDAD Y CERCANÍA con Él. Dios desea pasar un tiempo PRIVADO contigo, Mateo 6:6, un tiempo SÓLO PARA ÉL y no para cualquier otra de tus actividades.

Ahí es cuando CONOCES a Dios. Cuando pasas tiempo con alguien que no conoces, tienes que llenar los silencios incómodos:

-          Lindo el día, ¿eh?
-         
-          ¿Familia?
-          Bien, bien, bien.
-          ¿Usted tiene niños?
-          No, no, no; soy soltero.
-          Ah, es así, es así.
-         

Uno habla de esas cosas intrascendentales. No te puedes dar el lujo de no hablar, ¿y por qué? Porque no se conocen, no hay intimidad ni cercanía. Cuando uno no tiene intimidad, tiene que llenar los espacios; cuando tienes intimidad, no tienes que pasártela hablando todo el tiempo: puedes estar en silencio y no va a ser un silencio incómodo, porque ya hay intimidad o cercanía. No hace falta hablar de cosas intrascendentales ni de llenar espacios de silencio. Un abrazo intenso entre los dos dice mucho más mil palabras.

Mientras más conoces a Dios, menos tienes que hablar cuando estás con Él en la intimidad. Cuando uno trata de llenar todos los espacios, y ora de esta manera: “Padre Celestial, Dios de Amor y misericordia, te rogamos, Jesús, ahora, tu siervo que aquí, clamando y pidiendo”, es porque no tiene la suficiente intimidad y trata de quedar bien con Alguien que no conoce. No es que Dios tiene baja autoestima y que hay que estarle subiendo la estima a cada rato o si no, no te escucha, orando: “Padre Celestial, Dios Eterno, Poderoso Salvador, Grande, GRANDE Y TEMIBLE Creador, Jehová Jireh, Proveedor, te amo, te amo. El Dios que abrió el mar”. No hace falta orar así, disque para demostrarle a Dios cuánto sabes La Biblia. Dios no te está tomando un examen. No necesitas predicarle a Dios.

Ahora, nosotros estamos alimentados por el misticismo, ¿por qué digo eso? Porque toda la vida vimos a los predicadores: “¡Aleluya! ¡Yo siento LA GLORIA aquí! Hamma, Husaramangara Larga Pasa”. Entonces, tú ves eso y, claro, quieres llevar eso a la intimidad. ¿No les ha pasado? Mi intención no es irrespetar a esos predicadores: mi intención es aclarar esos tabús de los que no se hablan en las Iglesias. Quiero enseñarles a orar, para que sean gente que se deje usar por Dios en la oración. No está mal que el predicador ore así, porque está orando en público; el problema es cuando quieres orar así EN LA INTIMIDAD, tú solito con Dios. Una cosa es la oración dogmática que hacemos en un culto, porque no me voy a poner a dirigir una oración con el micrófono y decir: “Señor, Papito…”; no, no, no, tú oración debe ser como para GUIAR a otras personas en la oración.

Pero otra cosa es en la intimidad. Imaginémonos un ratito en el plano natural: digamos que un hijo, pequeño, se dirigiese a su padre así: “Papi querido, me compraste el autito que te pedí, el nintendo, te adoro, te alabo”, está loco ése niño. Un hijo no puede dirigirse así a su padre. El niño pequeño tiene que dirigirse tiernamente a su padre: “papá, te amo”. Cuando hay intimidad y cercanía entre un padre y un hijo pequeño, el niño no tiene que comportarse correctamente para dirigirse a su padre. ¿A qué me refiero cuando digo que no tienes que comportarse correctamente ante tu padre? Me refiero a que no tienes que estructurar poemas cuando te diriges a Él, ni tienes que preparar todo un discurso antes de dirigirte a Dios. Me refiero a que puedes dirigirte a Dios como te sientes en ése momento: no tienes que fingir estar bien cuando no lo estás cuando quieres dirigirte a Dios.

Me refiero a que no es obligatorio utilizar tecnicismos ni palabras grandes para dirigirte a Dios: puedes utilizar un lenguaje para nada refinado y coloquial: ¡cómo te venga! Imaginarte esto con Dios sólo se te va a ser difícil si tu relación con tu padre terrenal nunca fue buena, o siempre fue alejada, o peor aún, si nunca tuviste un padre terrenal. Te va a costar más trabajo comprender esta intimidad con Dios, pero eso no significa que no vas a poder, y vale la pena cada gota de sudor de esfuerzo para conseguirlo, porque es hermoso una vez que hayas comprendido a Dios como Padre BUENO.

Dios es un Padre Tierno, que juega con tus cabellos, que te sienta en tus faldas, que te acaricia, que le puedes contar tus historias más tristes. Cansa el tener que comportarse correctamente con el papá de uno, porque ya tienes que comportarte correcto con todo el mundo y encima, cuando llegas a la casa, ¿tienes que seguir comportándote como un extraño? ¿No como alguien con quien se tiene confianza y cercanía? Eso cansa demasiado, tener que pasar TODO EL DÍA  midiendo tu comportamiento. Entonces disfrutarás el orar, porque no tienes que comportarte en línea (haces el gesto con tu mano recta en posición vertical).

También se te podría hacer difícil tener intimidad con Dios si tienes dificultad en convertirte otra vez en un niño, porque recuerda que La Palabra dice que sólo los niños heredarán el Reino de Dios, Lucas 18:16-17; es decir, sólo los que saben cómo comportarse como un niño delante de Dios pueden tener de Su Presencia y disfrutar de Su intimidad. No hay nada de malo en tranquilizar tu alma como un niño delante de Dios; de hecho, va a ser NECESARIO de que te humilles de tal manera con tal de experimentar La Presencia de Dios. Así que yo les animo a que no se comporten todo rectamente delante de Dios sino que permitan que Él los dirija en sus oraciones. ¿Qué es el confesar tus pecados? Es el hablar sinceramente con Dios: “sabes, me equivoqué en esto, le tengo envida a este hermano o hermana, me cae mal esta persona”, etc., porque se lo digas o no se lo digas a Dios, Dios ya sabe que te cae mal el hermano. Entonces decírselo es un detalle, pero decírselo te hace bien.

Los americanos dicen que el gran problema de los latinoamericanos es que hablan demasiado. Para conquistar a las señoritas, los que no teníamos la dicha de ser lindos, hablamos, la lengua era nuestra principal arma. Eso lo llevamos a la cultura espiritual: creemos que a Dios también hay que hablarle y sorprenderle. Entonces nosotros no podemos concebir la idea de ir a La Presencia de Dios y no tener que hablar. Les voy a dar un secreto: cuando vayan a orar, no hablen. Les estoy hablando del lugar de tu intimidad, no de cuando tienes que orar en voz audible en La Iglesia o si no todo mundo creerá que no sabes qué decir. En tu lugar secreto, cerrada la puerta, no hables. Te quitan la carga de “¿pero qué le digo a Dios?” cuando te dicen que no tienes que hablar.


Cuando recién recibes a Cristo en el corazón, aún no tienes intimidad: no puedes ponerte a orar “poderosamente” y con muchas palabras tan pronto lo conoces. Debes pasar tiempo con Él después de tu salvación, para que, poco a poco, lo vayas conociendo. Es como cuando recién conoces a una chica, o un chico, según corresponda el caso: no puedes DE UNA comportarte tierno o tierna con esa persona, no sea que vaya a pensar que estás loco, o loca. Una relación amorosa entre un chico y una chica es hermosa y preciosa CUANDO no se queman etapas: primero son desconocidos, después empiezan a cruzar una que otra palabra, después ya comparten cosas más íntimas, después ya se ríen juntos, después empiezan a salir a uno que a otro lugar juntos, después comienza a tocar su mano, después la toma de la mano, después se dan su primer beso, después se extrañan cada vez más tiernamente. Ni prisa tienes de casarte cuando vives intensamente y aprovechas al máximo cada etapa de la relación, porque disfrutas cada etapa, porque es lindo estar de novios. Igual es con Dios: no quemes etapas con Dios. No puedes esperar tener intimidad con Él DE UNA tan pronto como lo conociste, sino que debes primero aprender a orar poco a poco, debes disfrutar cada vez más la oración, debes empaparte de Su Palabra, debes desearlo cada vez más intensamente. Cada etapa con Dios es linda y es preciosa cuando se la sabe aprovechar al máximo, cuando cada etapa se la vive al máximo. El proceso es lindo, así que disfrútenlo. No sólo el resultado es lo lindo, sino que también el proceso. El proceso es tan hermoso como el resultado: conocerlo a Dios poco a poco es tan hermoso como estar en La misma Gloria de Dios.

Lucas 11:1, la oración es algo que necesariamente tiene que enseñarse, como cualquier oficio que hay sobre la Tierra. Cuando recién estamos aprendiendo a orar, la oración primordial es por nuestras propias necesidades y, máximo, cualquier situación en tu entorno, pero conforme vamos madurando, Dios te va usando para interceder por las necesidades de los demás y a orar por los demás. Dios te revela sus necesidades y pone una urgencia en tu corazón para orar por ellos. Ya no oras sólo por tu entorno sino que tu oración pierde esa antigua frontera. Incluso llegas a orar por tus enemigos, lo cual demuestra ya un nivel de madurez emocional y espiritual más alto en ese cristiano, Mateo 5:44, 48.

NO ORES EGOÍSTAMENTE

Nunca ores: “¡Gloria a Dios! Dios nos ha guardado de esa suciedad que afecta al mundo entero, de las drogas y de la fornicación”, como que si te creyeras con derecho de juzgarlo pero nunca lo has vivido en carne propia. Puedes orarlo en agradecimiento, y de hecho serías un malagradecido si no reconoces a Dios en tu vida, pero nunca creyéndote mejor que los demás. Tú no sabes como muchos terminaron allí. Sus historias son MUY dolorosas. Lucas 18:9-14, nunca te creas mejor que los demás, porque nunca serás mejor que los demás.

Mi actitud ante el Señor: “Siempre estoy abierto a conocer algo nuevo. Si en algo estoy equivocado, siempre estoy dispuesto a escucharte. Si en algo necesito cambiar, dímelo, Señor, que tu siervo escucha”. Por siempre debemos tener esta actitud al orar, porque como seres humanos, siempre vamos a estar errados en lo uno o en lo otro. Sé que yo, Samir, personalmente, siempre voy a estar equivocado en algo. Por eso tengo que estar atento a Su voz para que, cuando me lo diga, yo le entienda. Esa actitud de oración es la que te permite orar, Lucas 18:9-14.

No es el pecado lo que no te permite orar, porque siempre estamos en pecado, 1Juan 1:8 y 10; es el no estar dispuestos a cambiar lo que nos impide orar; por eso el fariseo no salió justificado, porque creía que ya no tenía que cambiar en nada, vrs11 y 12. SIEMPRE ten una mente cambiante. SIEMPRE reconoce que estás equivocado. SIEMPRE cambia, pero para bien. SIEMPRE CAMBIA. Yo creo que uno aprende algo nuevo todos los días, ¿cuántos están de acuerdo conmigo? Entonces, EN CONCORDANCIA a lo nuevo que uno aprendió, uno debe cambiar su comportamiento todos los días, ¿cierto? En teoría, así debería ser, pero en la práctica, nos es más difícil cambiar que aprender. Es más fácil aprender que poner en práctica lo que aprendimos, ¿cierto?

Si Dios te despierta más o menos a las 3 de la mañana, obviamente es para buscarle. No pienses que te va a ungir poderosamente para los cultos de ese día. Ver La Unción caer sobre la gente en el culto de ese día es una visión tan reducida, porque Dios anhela que Su Unción caiga sobre de todo el mundo. Por eso te despierta Dios: para prepararte para ir a las naciones, porque necesitarás mucha preparación para eso.
  • Desear ver algo sobrenatural en la oración antes de los cultos porque tú oraste es algo egoísta y de visión TAN reducida. Más bien, son a largo plazo (Dios sabrá qué tan largo) que veremos los frutos de esa preparación y esas largas horas de oración y ayuno.
  • Pedir por La Unción tiene un propósito: los muchachos de tu célula, ¿quién quita que ellos necesitan ser ministrados un montón porque justamente vivieron algo horrible? No es para que tu nombre sea conocido, sino para deshacer las obras del diablo. Tu oración no debe ser: “¡SEÑOR, dame La Unción para hacerme famoso!”, sino que tu oración debe ser: “Señor, dame La Unción para cortar las obras del maligno de la faz de la Tierra”.
  • Acumular tu propia energía en oración es repulsivo para Dios. Si tú quieres fortificarte a ti mismo en la oración, eso es repulsivo para Dios[3].
  • Es una oración egoísta el pedir: “Que la gente se caiga de espaldas; que sientan el fluir del Espíritu Santo”, cuando lo que pediríamos si hubiésemos vivido lo que esas personas vivieron sería: “Señor, sánanos”.
  • Una oración como: “Muéstrame tu rostro” es egoísta; el SEÑOR te responderá: “Dale abrigo al que está desnudo, y dale de comer al que tiene hambre; porque mi Gloria está en esa persona
  • Orar “Venga tu Reino” en un conciertazo para que la gente se emocione ese rato y piense que el Reino de Dios sólo está ese ratito por lo que sintieron al Espíritu Santo es egoísta. Tu oración debe ser: “Venga tu Reino, para que  nunca más haya injusticias, para que nunca más nadie tenga que sufrir eso en la Tierra”.
Dios necesita que tus oraciones no tengan segundas intenciones. Ora y ayuna por el milagro, pero no abrigues en tu corazón ni si quiera un poquito, el anhelo de que alguien importante en La Iglesia vea el milagro y quiera promoverte por lo que ha visto. ¿Volverías a ayunar, a vigilar y a orar todo el tiempo, si El SEÑOR decide nunca moverte de tu actual puesto? Ése es un corazón conforme al SEÑOR: Sí debemos esperar oraciones con respuestas, pero no con respuestas de subir en jerarquía en la Iglesia; Él te quiere ver empeñado en lo espiritual, no como para hallar un interés propio, sino para conseguir el bienestar de los demás, y nada más que eso.

Dios te dará grandes bendiciones al orar por los demás aún más fervientemente que lo que oras por ti mismo. No ores por tu ministerio, ni para que La Unción caiga cada que tú ministres, ni para que justo se caiga esa persona de espaldas porque tú eras el que estaba orando, sino que simplemente ora por la bendición sobre esas personas, sea que lo reciban justo cuando tú estés ministrando o sea que lo reciban cuando está ministrando alguien que te cae mal. Así, no demuestras segundas intenciones en tus oraciones, de que quieres que la gente piense que es por ti que suceden todas esas señales y maravillas, sino que tienes un sincero deseo en tu corazón de ver a tus hermanos prosperados y bendecidos por Dios, y tocados por el Espíritu Santo.

No es por lo que tú ayunas; es por SU GRACIA. Dios es El Único que puede llenar el culto de jóvenes de Su Presencia, así que no ores como si fuera por tus oraciones que el culto será lleno de Su Gloria, sino ora como quien clama por Su Presencia, como quien reconoce que sin Dios, no es nada. No eres tú ni es nadie quien hace que el Espíritu esté en los cultos de jóvenes. Tú no eres el que expulsa los demonios, es Cristo, tal como es Cristo el que sana los enfermos y no tú.

No te lo digo para desanimarte de ayunar; todo lo contrario, te lo digo para ANIMARTE A AYUNAR, pues ya no tendrás la carga de que “tengo que ayunar para que Dios haga algo” sino que sabes que Dios de ley va a hacer algo; así que, ayuna con la certeza de que Dios va a obrar: si no ocurre nada en esta ocasión, ten la certeza de que has sembrado para futuras ocasiones. Todo lo que oramos, ayunamos y estudiamos dará fruto a largo plazo; así que no nos desalentemos si no vemos cambios inmediatos. La oración es uno de los mejores regalos que recibimos. No cuesta nada y la cosecha es grande. No debes olvidar las posibilidades infinitas que resultan de la fe.

JABES, EL ATREVIDO[4]

1Crónicas 4:9-10, nuestras oraciones tienen que ser atrevidas. ¿Cuántos necesitan un milagro, una bendición de a de veras? Comenzó su mente a extenderse más allá de sus límites personales. Probablemente los niños con los que Jabes iba a la escuela se burlaban de él por su nombre: “hola, tristeza; hola, sufrimiento”. Esto marcó a Jabes de manera que comenzó a buscar al Dios de Israel. Jabes fue el más ilustre de sus hermanos, es decir, fue el más íntegro, honorable y el que más orgullo daba a sus padres al hablar de él. Ya es hora de que mires más allá de tus fronteras mentales.


En la Biblia hubieron hombres atrevidos que pidieron lo imposible: Pedro, por ejemplo, pidió caminar sobre las aguas, Mateo 14:28. Pedro no se ponía a pensar para pedir. En nuestra oración, debemos pedir lo sobrenatural. La expectativa de Dios es usarnos para alimentar a las multitudes, Mateo 14:15-16, 19, Marcos 6:37, 39, 41, Juan 6:11. Tú tienes que obrar en un plano sobrenatural: es la única manera de obrar en la obra de Dios, pues la obra de Dios es demasiada grande e imposible como para pretender obrar tan sólo en lo natural; sólo es posible hacerla BAJO LA UNCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO, bajo la sombra del Omnipotente, con Dios a tu lado; ¡Ésa es la única manera!

¡Rompe tus barreras mentales! “Yo estoy para hacer cosas grandes”, dice El Señor, “no para hacer cosas chiquiticas, así que no me pidas cosas chiquitas”. A veces no recibimos nada de lo que le pedimos a Dios porque no pedimos con fe, Santiago 1:6-7, Hebreos 11:6: pedir cosas chiquitas es señal de falta de fe. Por eso, Jesús dijo: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo (cualquier cosa) pidiereis en mi nombre, yo lo haré”, Juan 14:13-14. “para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé”, Juan 15:16. “todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará”, Juan 16:23. ¿No será que es importante, considerando el hecho de que Jesús tuvo que repetir esta misma frase de recibirán lo que sea que pidan varias veces? ¡No le limites a Dios! Dios dice: “¡Te voy a contestar cuando dejes de pedir sin fe, y comiences a pedir cosas grandes!”

Necesitamos aprender a orar de esta manera. Por favor, no piensen que yo les estoy enseñando a rebelarse, ¡no! Lo que digo es que debes rebelarte contra la situación mala que te tocó vivir, que no estés conforme con la carga que crees que te toca cargar, cuando Cristo ya quitó toda carga, Mateo 11:28-30, que no te conformes a este siglo, Romanos 12:2, NO que te rebeles contra las personas. ¡Rebélate contra tus propios límites mentales!

Dios dirá: “¡Por fin caíste en cuenta de que eres mi hijo y de que tienes derecho a toda esta herencia!” Oras atrevidamente cuando intercedes por los perdidos que aparentemente no tuvieran remedio. Veo delante de mí a miles (no sólo cientos) de personas que han recibido el mensaje de Cristo por el mensaje de ustedes. Declaremos que Cayambe será una ciudad COMPLETAMENTE cristiana para la honra y gloria de Dios El Padre: ¡todos los bares, clubes nocturnos, moteles y prostíbulos se cierran en el Nombre de Jesús! Dios planea darte las naciones, y tú pidiendo por un terrenito de 25x25m. “Procurad lo mejor de Dios”, 1Corintios 12:31.

A veces no recibes porque no declaras, no pides. Deuteronomio 28:1-14 es a lo que tú tienes derechos. Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedidas. Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones. Pero si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en los cielos perdonará sus transgresiones”, Marcos 11:24-26.

Proverbios 23:7, tu vida seguirá el camino que trazaron tus pensamientos. Si tienes demasiados pensamientos deprimentes en tu mente, te vas a deprimir; si eres optimista acerca del futuro, serás una persona alegre. Los pensamientos correctos llevan a las acciones (y proclamaciones) correctas; los pensamientos incorrectos llevan a las acciones (y proclamaciones) incorrectas; ¡los pensamientos PODEROSOS llevan a las acciones (y proclamaciones) poderosas! 

Cuando logres esto, te convertirás en un enemigo número 1 de Satanás. Hewlett Packard (HP), IBM, Microsoft y General Electric son todas empresas que se crearon en tiempos de crisis grave en EEUU. Resulta que los problemas en nuestra vida son los mejores catalizadores para empezar a cambiar nuestra manera de pensar, para que nuestra mente empiece a funcionar para buscar y encontrar soluciones a cualquier problema que se nos presenten. En la vida, hay más soluciones que problemas. Resulta que los problemas te empujan a cambiar, a cambiar tu manera de pensar, es decir, a arrepentirse, y por ende, ¡a cambiar tu vida!

Para conquistar la Tierra Prometida, primero es necesario conquistarte a ti mismo. ¿Sabes cómo te conquistas a ti mismo? (Esperas a que respondan, y si no contestan rápido, continúas): Resulta que conquistarte a ti mismo es sinónimo de tener dominio propio sobre tus pasiones humanas y naturales, lo cual es sinónimo de morir a tu yo. Te conquistas a ti mismo cuando mueres. El bautismo es el inicio de la muerte, Romanos 6:4.

EMPIEZA CON LA BÚSQUEDA DE DIOS

Nosotros vivimos un desbarajuste: cargados por las cosas de La Tierra en vez de buscar primeramente El Reino de Los Cielos, Colosenses 3:1-2, Mateo 6:33. Si tan sólo entendiéramos Y LE CREYÉSEMOS A DIOS que cuando Él nos dice que nuestra vida sería mucho más fácil y llevadera si le buscáramos a Él primero antes de empezar todas nuestras labores diarias, quizá lo hiciéramos y entonces Él te quitaría tu carga, Mateo 11:28. “Es que yo nací para vivir cargado”; ¿quién te dijo esa mentira? ¡Cristo quiere quitarte tu carga, quiere que tu vida esté en abundancia!, pero tú, en tu obstinación, no le has querido dejar.

¿Les estoy diciendo que no trabajen? ¡No! ¡Entiéndase bien lo que les estoy diciendo! Lo que les estoy diciendo es que no deben vivir cargados, y la única manera de no vivir cargados es si pones a Dios primero, antes del trabajo. El trabajo es importante, pero no más importante que tu Comunión con Dios. Dios quiere quitarte tu carga, pero no podrá si tú no se la entregas a Él primero. Lo que les estoy diciendo es busquen a Dios, no que dejen de trabajar.

No te quedes con tu vida cargada, porque tú naciste para la excelencia, para ser como Jesús. Números 13:30, a eso se refiere el primer paso: “subamos”; el segundo paso es “tomemos posesión”. Dios no quiere que te asustes por los gigantes, sino que mantengas la mirada en Él. Testamento, es lo que Papá me dejó por herencia, ¿de acuerdo? Algunos pretenden conquistar lo que Dios les ha prometido sin ni si quiera leer La Biblia; ¿cómo voy a poseer las promesas de Dios si ni si quiera sé qué es lo que Él me ha prometido, ni si quiera sé qué es lo que Dios me ha dejado por herencia, si desconozco Su Palabra?

3Juan 2, Dios te da para que seas generoso. Las represas de agua que no tienen salida, que sólo reciben agua, se pudren. ¡Qué difícil es que un rico entre al Reino de los Cielos, Mateo 19:23-24, Marcos 10:23-25, Lucas 18:24-25! ¿Por qué? Porque su corazón está en las riquezas. Dios quiere levantar a mucha gente con poder económico en las Iglesias, para que den a los pobres, para que sean de gran bendición para los demás, para que levanten hospitales, orfanatorios, etc., Mateo 19:21, Marcos 10:21, Lucas 18:22.

2Crónicas 7:14, ¡Aleluya! ¡Aquí está la solución a nuestros problemas! Según este pasaje, ¿qué es lo que debemos hacer? Humillarnos, orar, BUSCAR EL ROSTRO DE DIOS, y convertirnos de nuestros malos caminos, morir a nuestra carne y a nuestro yo, y arrepentirnos. ¡Si tú necesitas un milagro de Dios, BUSCA Su Rostro! Salmo 63:1-2, “DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana (toca levantarse temprano de mañana para buscar a Dios y para entrar a Su Lugar Santísimo): Mi alma tiene sed de ti…

Cuando tu carne tienes sed, tu carne desea desesperadamente agua ¿cierto? Y buscas esa agua hasta saciar tu sed, ¿cierto? Igual es con Dios: cuando tienes sed de Dios, tu carne los desea desesperadamente y los buscas hasta encontrarlo. Nota que el salmista escribe que tiene sed COMO SI ESTUVIERA EN UN DESIERTO: “cual tierra seca y árida donde aguas no hay”. Cuando tienes sed en un desierto, no importa si ya tomaste agua hace unos pocos minuticos, a los 2 minutos de haber tomado agua vas a tener sed otra vez, ¿cierto? El salmista escribe esto comparándolo a Dios: “Te deseo y te buscaré como si fueras agua en el desierto, y aún después de haber tomado de ti, no quedaré saciado; ¡necesitaré tomar de ti una y otra vez!” ¡Así es como debemos buscar a Dios!

La cosa con Dios es al revés: si buscamos Su Rostro antes de buscar Sus manos, Él nos prosperará aún más de lo que nos hubiese prosperado si tan sólo pidiéramos en el momento de la oración. No busques las manos, es decir, la bendición y las cosas materiales que Dios puede darte, sino, más bien, busca al Dador de esas cosas. Ése es el secreto para obtener cualquier cosa que deseas, Salmo 37:4. “¿Quién soy yo para ir a reclamarle a Dios lo que yo considero que me tiene que dar cuando Él lo que quiere tener es intimidad conmigo? Que después, si yo tengo intimidad con Él, todo lo de Él me pertenece como le pasa a un matrimonio, son tres puntos aparte. ¿Quién soy yo para pedirle a Dios mis derechos y heredades, cuando Dios quiere dármelas porque me corresponden, porque me ama?[5] Hombre, no deberías esperar a que la mujer te pida las cosas, sino que tú deberías dárselo todo a ella por el simple hecho de que la amas. Mujer, si tú tienes la necesidad de pedirle cosas al varón, es porque, obviamente, el varón no está haciendo un buen trabajo para satisfacer todas tus necesidades.

No le pidas nada a Dios cuando están justo en el momento más precioso de su cercanía, cuando sientes que estás en el centro de la misma Gloria de Dios, ¿o quisieras tú que tu novio o novia te pidiese cosas JUSTO cuando están en un momento BIEN ÍNTIMO, bien hermoso, bien cercano? “Ah, mañana me tienes que llevar al shopping”… ¡eso se llama prostitución legal: te está cobrando por algo que debería ser el fruto del amor, por algo que debería ser gratis!

Si ves a los demás prosperar sin que tú prosperes, puede engendrarse la envidia, la rebeldía y el orgullo en ti. Si deseas que esta envidia, esta rebeldía y este orgullo en ti mueran de una buena vez por todas, necesitas primero morir para después poder resucitar a la nueva vida, para que cambie tu relación con Dios y tu vida de ahora en adelante para siempre. Para morir, debes buscar a Dios.

¡Busca Su Rostro! Yo ya llevo 6 años y medio en El Evangelio, y hasta la fecha aún estoy aprendiendo a orar, y esto me lleva a la conclusión que toda la vida cristiana es un continuo aprendizaje acerca de cómo acercarse a Dios, y de cómo dirigirse a Dios, y de cómo tener una relación con Dios, hasta el día de nuestra muerte. Así que no se sientan mal si sienten que en sus pasados años como cristianos han estado orando mal: esa etapa de su vida cristiana fue necesaria, para que puedan llegar a orar al nivel en el que oran hoy en día. Romanos 8:26, pasará toda mi vida, y envejeceré, y aún no sabré cómo orar bien. Por eso es que debemos dejarnos guiar por El Espíritu Santo en la oración, porque Él es el Único que sabe orar bien, y esto veremos la próxima semana: La oración en El Espíritu. Alguien que no sabe cómo orar les está enseñando, dentro de sus limitados conocimientos, lo poco que sabe acerca de la oración. Quiero transmitirles lo poco que realmente puedo transmitirles. Por favor, recíbanlo humildemente de este humilde siervo.

Si uno, durante toda su vida, jamás podrá orar bien, ¿creen ustedes que alguien algún día aprenderá a ayunar y a adorar 100% bien, si el ayuno y la adoración son formas de oración? ¿Creen que alguien que sea humano sabe como ayunar y adorar bien? (esperas a que contesten) No, ¿no cierto? Sólo El Espíritu Santo sabe cómo hacer estas cosas. Por eso, en tus ayunos y en tu adoración, debes dejarte guiar por completo por El Espíritu Santo. Así que no te sientas mal cuando piensas que has arruinado tu ayuno porque, no sé, se comieron un tostadito o porque pecaron un ratito. El Único que tiene el derecho para decirte si has arruinado tu ayuno o no es El Señor; ni tú ni nadie más tienen el derecho de suponerse que has arruinado el tiempo que has decidido regalarle a Dios en ayuno. Esas son acusaciones del enemigo. No les hagas caso de tus propios pensamientos si tus propios pensamientos te acusan y te condenan. Recuerden: nunca sabrás cómo ni orar, ni ayunar, ni adorar bien en el transcurso de tu vida, como para qué puedas depender 100% del Espíritu Santo en todo el transcurso de tu vida.

Ministración: Necesito que me bendigas de a de veras, que extiendas mis límites. Hoy día, rechazo los pensamientos que el enemigo ha querido poner sobre mí. Señor, quita de mí todo peso que el enemigo ha querido poner sobre mis hombros; te entrego a ti TODA CARGA; yo estoy para servirte y para ser feliz en Ti, Jesús.

DEBER: Salmo 42:1-11, Salmo 46:1-11, Salmo 23:1-6, Isaías 26:1-21, Habacuc 1:1-17, Habacuc 2:1-20, Habacuc 3:1-19



[1] STORMIE OMARTIAN, 7 oraciones que cambiarán su vida para siempre, Editorial Grupo Nelson, primera edición, Nashville-Tennessee, EEUU 2007,  pg11-12
[2] Dante Gebel, prédica Secretos del Altar Privado
[3] BENNY HINN, prédica Prayer in the Spirit
[4] Pastor Darío Landázuri
[5] DANTE GEBEL, prédica Secretos del Altar Privado

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